Caminando por la ciudad, vi casitas decoradas con murciélagos, telarañas, calabazas, brujas y esqueletos. Algunos incluso exageran con la decoración, creando sus propios personajes o decoraciones únicas. Fotografié algunas cosas interesantes.

Tuve la gran oportunidad de vivir una típica fiesta de Halloween en Irlanda, donde la gente se reúne para charlar, tomar una buena cerveza, disfrutar de la comida tradicional y, por supuesto, celebrar al estilo "irlandés". Los niños se disfrazan, se pintan la cara y juegan alegremente por las calles, pasando por casas y fiestas pidiendo dulces. De ahí la expresión "truco o trato".

En las calles del centro de Dublín, también es común ver decoraciones de Halloween mezcladas con decoraciones navideñas. Por supuesto, me detuve a tomarme una foto en el tótem del diablo. También no pude evitar mencionar que en Irlanda, beber es casi sagrado; después de todo, en la tierra de los pubs, no hay razón para celebrar sin una buena cerveza.

Y, por último, hablemos de la hermosa figura del Leprechaun, un elfo amigable que alegra a adultos y niños durante todo el año. Se cree que esconde tesoros, y es fundamental capturar uno y no perderlo de vista. Y lo más importante de la leyenda es que lo vemos antes de que él nos vea, para que pueda guiarnos hacia los tesoros. Aproveché la oportunidad de fotografiarlo para asegurar mi suerte y así alcanzar el tesoro.

La experiencia de Halloween aquí fue excelente y divertida. Y como diría el duende: «El universo entero es nuestro hogar; nos sentimos como en casa en cualquier lugar».